15 junio 2010

De Juan Rulfo.

Juan Rulfo, el gran escritor mexicano, autor de "el llano en llamas", "Pedro Páramo", "El gallo de Oro" y ademàs varios textos.
contesta curiosamente a varias preguntas interesantes.

"-Maestro, ¿qué similitud existe entre su obra y la de los escritores actuales?
"Definitivamente ninguna!"

"-Maestro, ¿dónde aprendió usted a escribir?
"-Eso no se aprende" -luego venía siempre un sobrecogedor silencio en la sala que él no tenía la menor intención de quebrar, y otra pregunta.

"-¿Qué, pues, se necesita maestro para ser escritor?
"-Sólo una cosa: cultivar la inteligencia, y eso yo no lo he hecho jamás. Soy muy tonto".

"-¿Cuál ha sido el aporte de Rulfo a la literatura?
"-Ninguno... Eso no lo tengo que decir yo..."
En la Sala Netzahualcóyotl alguien le preguntó por qué no escribía más, respondiendo él con otra pregunta: "-¿Y qué quiere usted que escriba?"

Fuente:Waldemar Verdugo Fuentes.

01 junio 2010

¿y Vallejo?

Roberto Paoli, divide èl a los poetas en sòlo dos grupos, diciendo que "en uno estàn todos los poetas y en el otro sòlo Cèsar Vallejo.

Palmas y Guitarra


Ahora, entre nosotros, aquì,
ven conmigo, trae por la mano a tu cuerpo
y cenemos juntos y pasemos un instante la vida
a dos vidas y dando una parte a nuestra muerte.
Ahora, ven conmigo, hazme el favor
de quejarte en mi nombre y a la luz de la noche teneblosa
en que traes a tu alma de la mano
y huimos en puntillas de nosotros.

Ven a mì, sì, y a ti, sì,
con paso par, a vernos a los dos con paso impar,
marcar el paso de la despedida.
¡Hasta cuando volvamos! ¡Hasta la vuelta!
¡Hasta cuando leamos, ignorantes!
¡Hasta cuando volvamos, despidàmonos!

¿Què me importan los fusiles,
escùchame, ¿què impòrtanme,
si la bala circula ya en el rango de mi firma?
¿Què te importan a ti las balas,
si el fusil està humeando ya en tu olor?
Hoy mismo pesaremos
en los brazos de un ciego nuestra estrella
y, una vez que me cantes, lloraremos.
Hoy mismo, hermosa, con tu paso par
y tu confianza a que llegò mi alarma,
saldremos de nosotros, dos a dos.
¡Hasta cuando seamos ciegos!
¡Hasta
que lloremos de tànto volver!

Ahora,
entre nosotros, trae
por la mano a tu dulce personaje
y cenemos juntos y pasemos un instante la vida
a dos vidas y dando una parte a nuestra muerte.
Ahora, ven conmigo, hazme el favor
de cantar algo
y de tocar en tu alma, haciendo palmas.
¡Hasta cuando volvamos! ¡Hasta entonces!
¡Hasta cuando partamos, despidàmonos!
"POEMAS HUMANOS"