12 diciembre 2009

"Del hombre que te bailaba yaravìes"

de Miguelàngel Zambrano (San Yon - un pueblo extinto).

Dijiste que en el sueño

y apena tu sangre en las sangres,
un brazo entre los brazos de la fosa.
Tu blancura cristiana
iluminando los hùmeros judìos.

Dijiste en el sueño
y no habìa el viejo mar
ni su estirada madera trepando
las canillas de los barcos;
ni los andenes, sus cultivos de algodòn,
ni sus florecidos pañuelos.

Dijiste sueña,
y sòlo el agua ensangrentada
por el crepùsculo.

Tus cabellos aumentados
por las algas.







Èl tiende su mano y no hay manija
ni puerta ni casa,
ni siquiera un seno
y vuelven sus dedos y buscan
y no hay seno ni mujer,
ni siquiera un caballo, una crin
descansando del viento, ni viento
ni oscuridad y tampoco luz.

Levanta un dedo para reconocer su mano
y la mano al final de su brazo
es una leve cortina de sombra
y el brazo donde termina el hombro
una suave luz de nada
y màs de èl mismo:
su cara, sus ojos,
nada.

Da un paso en el vacìo
pero el piso no està bajo sus pies
y sus pies, tampoco.


*OBRAS:
-NARCOSIS
-AY QUÈ VIDA TAN OSCURA
-LA CIUDAD DE QUERERTE TANTO
-MAÑANA VOY A BARCELONA A SUICIDARME
-A MI PRIMER BURDEL LE PONDRÈ TU NOMBRE
-KAMIKAZE BLUES
-LA FRANCISCA QUE SE HUNDE
ENTRE OTROS. Todos impublicados nos dice. Escribe y escribe, no como una profesiòn sino como una vocaciòn de infelicidad.

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